Con Trump, no sólo colaboración, sino amistad

 

Mouris Salloum George*

Colocados en la aldea global y en el universo de la instantaneidad informativa, nada de lo que ocurre a miles de millas de nuestro entorno nos puede ser ajeno. Hay muchos avisos como flecha al blanco con la mira puesta en nuestro país.

 

En Milán, a finales de semana; antes en Bolonia, Florencia, Modena, Palermo y Nápoles se han escuchado himnos antifascistas que contaban los partisanos italianos contra los invasores nazis. Los entonan ahora miles de jóvenes que combaten a las ultraderechas de la Liga Norte y compañeros de viaje.

 

En Londres, con inminentes elecciones legislativas, el Primer Ministro, el conservador Boris Johnson,saca del closet el espantajo de terrorismo para hacer frente a sus contendientes por el Partido Laborista.

 

En Venezuela, al fallido golpista Juan Gauidó se le acaba la fuerza de su mano derecha. Cada vez menos gente responde a las campañas subversivas de su partido Voluntad Popular y aliados.

 

La desaprobación a Trump está ya en 56 por ciento

En los dos meses recientes, en los Estados Unidos se publican encuestas que indican que, de un mes a otro, baja la popularidad del desquiciado Donald Trump (de 44 a 38 por ciento), en tanto la desaprobación a su gestión está ya por arriba de la cota de 56 por ciento.

 

En buen cristiano, eso informa que menos electores estadounidenses estarían dispuestos a votar por el candidato presidencial del Partido Republicano en las elecciones del primer martes de noviembre de 2020. El nombre del inquilino de la Casa Blanca va de la mano de la amenaza de recesión económica.

 

Desde México, aromáticos ramilletes de flores

En México, sin embargo, a pesar de que Trump tiene la mano puesta en el código de sus poderes especiales para designar terroristas a los cárteles del crimen organizados mexicanos, con todas las consecuencias previsibles, la República amorosa le sigue enviando ramilletes de margaritas.

 

Extendiendo sus facultades de responsable de la política interior a los espacios de la Política Exterior, la secretaria de Gobernación, doña Olga Sánchez Cordero manda perfumadas esquelas al Salón Oval de la Casa Blanca.

 

Desde la fronteriza Coahuila, la señora Sánchez Cordero declaró hace unas horas que el gobierno mexicano pretende con el de los Estados Unidos y personalmente con Trump, no sólo una relación colaborativa, sino amistosa.

 

De que la perra es brava, hasta los de casa muerde

Puesto que toda la incondicional colaboración del gobierno mexicano a cada designio del incendiario anaranjado no colma su insolente arrogancia, no se sabe cómo el obsequio amistoso lo pueda amansar.

 

A Trump aplica la conseja aquella que dice: De que la perra es brava, hasta los de la casa muerde. Desde la blanca morada de Washington, se ha negado a asistir alos llamados de la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes donde se procesa el juicio político con eventual destitución.

 

Incluso ha instruido a sus abogados a que no respondan a las citas. Como dice el corrido: Si a tu madre no respetas/ ¿qué me puedo yo esperar? Vale.

*Director General del Club de Periodistas de México, A.C.

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